Mediación Parental: estrategias para navegar por Internet de manera segura y responsable.
En un mundo cada vez más digital, es esencial que nuestros hijos e hijas crezcan con las habilidades necesarias para navegar por Internet de manera segura y responsable.
Para ello, queríamos compartir con vosotros recursos valiosos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) que pueden ayudar en esta importante tarea.
Hoy hablaremos de la Mediación Parental.
Pero primero algunos números
Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística, en 2023, el 93,1% de los menores entre 10 y 15 años usa ordenador, y el 94,7% navega por internet. Por su parte, el 70,6% usa teléfono móvil.
La siguiente tabla muestra los datos de menores que son usuarios de las TIC en los últimos tres meses (Año 2023)
Según un informe publicado por Save the Children, en 2020, los y las adolescentes ven pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (el 68,2%) la consumen de forma frecuente. Este consumo se produce en la intimidad (93,9%) y en el teléfono móvil y se centra en contenidos gratuitos online (98,5%), basados de manera mayoritaria en la violencia y la desigualdad.
El estudio señala que más de la mitad de los y las adolescentes que ven contenidos pornográficos se inspiran en ellos para sus propias experiencias y que para el 30% estos vídeos son su única fuente de información sobre sexualidad.
A parte de lo anterior, según la encuesta realizada por Save the Children en 2019 a 400 jóvenes de toda España, más de las tres cuartas partes de los encuestados han sufrido violencia online durante su infancia. El 47%, incluso más de un tipo.
Los tipos más habituales en España fueron el ciberacoso con un 40%, una práctica que sufrieron por primera vez entre los 8 y los 9 años, y que afecta en mayor medida a las niñas que a los niños. Mientras la mayoría fue por parte de un amigo o compañero del colegio, en casi el 16% de los casos se trató de una persona desconocida.
Además, el sexting sin consentimiento afectó al 3,74% de los encuestados en alguna ocasión, algunos de ellos en más de 6 ocasiones. Algo que sucedió entorno a sus 14 años, principalmente por parte del niño o niña con la que salían.
¿Qué es la Mediación Parental?
La mediación parental es un enfoque integral que abarca la educación, acompañamiento y protección de los menores en su proceso de aprendizaje digital.
No se trata solo de establecer reglas, sino de ser parte activa en el desarrollo tecnológico de nuestros hijos e hijas, enseñándoles a utilizar la tecnología de forma segura y consciente.
Para poder realizar esta mediación, no necesitamos ser expertos en informática, pero sí es imprescindible conocer mínimamente el entorno de Internet en el que se mueven los menores. De este modo será más fácil poder compartir con ellos sus experiencias y aconsejarles sobre cómo actuar.
Estrategias de Mediación
Podemos hablar de dos tipos de estrategias de mediación, las cuales son complementarias y deben de ponerse en práctica de forma simultánea:
- Mediación Activa: Involucra supervisión, acompañamiento y orientación. Como adultos, debemos dar ejemplo, hablar sobre los riesgos de Internet y compartir sus experiencias online.
- Mediación Restrictiva: Establece reglas y límites adaptados a su edad y madurez, utilizando herramientas de control parental, cuentas de usuario limitadas para menores y aplicaciones diseñadas para ellos, como los buscadores infantiles.
Adaptación por edades en la educación tecnológica
La tecnología ofrece un mundo de posibilidades para el aprendizaje y el desarrollo de nuestros hijos e hijas. Sin embargo, es crucial que la introducción y el uso de la tecnología sean apropiados para cada etapa de su crecimiento.
Aquí te presentamos una guía ampliada para adaptar la educación tecnológica a diferentes edades
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De 3 a 5 años
Acompañamiento constante: Los menores deben estar siempre acompañados por un adulto cuando usen dispositivos tecnológicos. Esto permite compartir experiencias y enseñarles sobre seguridad y privacidad. Si el menor está solo/a con un dispositivo, debe evitarse que acceda a Internet accidentalmente.
Establecimiento de normas claras: Es importante definir y mantener límites claros sobre el tiempo y momentos de uso de los dispositivos desde el principio. Involucrar a los menores en la creación de estas normas ayuda a que las comprendan y respeten.
Selección cuidadosa de contenidos: Los adultos deben preseleccionar los contenidos a los que acceden los menores para asegurarse de que sean adecuados para su edad y madurez.
De 6 a 9 años
Conexión a internet limitada: Configurar una conexión a Internet adecuada a la madurez del niño/a en todos los dispositivos que use, manteniendo su autonomía controlada.
Contenidos adaptados y de calidad: Utilizar programas de control parental para limitar los contenidos accesibles y promover aquellos apropiados y positivos.
Adaptación de reglas y límites: Ajustar las reglas y límites a medida que el menor crece y madura. Explicarles la importancia de estas reglas, como no compartir información personal.
Uso responsable de Internet: Educar sobre la el cuidado de la privacidad, la protección de dispositivos y fomentar un espíritu crítico ante la información. También es importante comenzar a tratar la socialización en línea y el contacto con otras personas.
De 10 a 13 años
Entornos más abiertos: Gradualmente reducir restricciones y aumentar la capacidad de decisión de los menores en cuanto a contenidos, ajustando los controles parentales.
Selección de videojuegos: Utilizar los códigos PEGI para orientar la selección de videojuegos adecuados, dado que muchas videoconsolas tienen conexión a Internet y son populares en esta edad.
Normas consensuadas en familia: Adaptar las normas al desarrollo del menor y consensuarlas en familia, enfatizando el respeto, la reflexión antes de publicar, y ser selectivo con los contactos en línea.
Primer móvil: Evaluar la madurez del niño antes de darle un móvil. Consensuar las normas de uso y discutir posibles problemas y consecuencias.
Prevención de problemas comunes: Es en esta franja de edad cuando los casos de ciberbullying aumentan, debido a la entrada en las redes sociales. Del mismo modo, aparece la curiosidad por la sexualidad, trayendo consigo riesgos como sexting o grooming. Por ello, es importante trabajar estas temáticas de manera anticipada, para estar preparado ante posibles incidentes, fomentando que acudan a nosotros si existe un problema.
De 14 años en adelante
Mayor autonomía: Reducir progresivamente las restricciones y controles parentales, fomentando la responsabilidad del adolescente sobre los contenidos que accede, incluyendo temas sensibles como violencia, pornografía, y comunidades peligrosas.
Uso responsable de redes sociales y mensajería: Enseñarles a ser conscientes y críticos con la información personal que comparten, priorizando el respeto a los demás.
Normas consensuadas en familia: Adaptar las normas al desarrollo del menor y consensuarlas en familia, enfatizando el respeto, la reflexión antes de publicar, y ser selectivo con los contactos en línea.
Mantener una reputación positiva: Enfatizar la importancia de la imagen que proyectan en Internet y las posibles consecuencias a corto y largo plazo.
Consenso en las nuevas normas: Establecer normas y restricciones que promuevan mayor libertad y autonomía, utilizando pactos familiares para que las normas sean aceptadas y respetadas por los adolescentes.
Cómo Reaccionar en Caso de Conflicto
Escuchar y dialogar. Es necesario preguntar a los menores de forma calmada qué ha ocurrido, para poder reunir toda la información y conocer la situación sin juzgarle.
Reforzar su autoestima y aconsejarle. Debe saber que cuenta con ayuda y comprensión, y que no se trata de buscar culpables, sino soluciones. Ya cuando la situación se haya calmado, podremos analizar juntos las causas y prevenir que vuelva a repetirse.
Trazar un plan. Los problemas no van a resolverse solos, es necesario actuar. Evitaremos improvisar, trazando un plan de acción y contando con el menor para que comprenda por qué se da cada paso y cómo debe actuar.
Buscar ayuda especializada. Existen líneas de ayuda en las que se puede contactar con psicólogos, abogados y expertos en seguridad y educación. También pueden asesorarnos en el centro educativo o nuestro centro de salud, que tendrán un papel importante en la resolución del problema, ya sea porque el incidente tenga que ver con otros alumnos o simplemente por ser el lugar donde el menor pasa más tiempo y donde más apoyo puede recibir.
En situaciones graves: denuncia. En los casos más complejos, debemos acudir a los departamentos correspondientes de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad o la Fiscalía de Menores.
Para Finalizar
La mediación parental es fundamental para garantizar que los menores naveguen de manera segura por internet. Al estar informados y comprometidos con la educación digital, los padres pueden guiar a sus hijos para evitar riesgos en línea y fomentar hábitos saludables en el uso de la tecnología.
Mantén una comunicación abierta y utiliza herramientas de seguridad adecuadas para crear un entorno en línea seguro y positivo para toda la familia.
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